24 octubre 2018

Música en pasado subjetivo. Años 80. Capítulo I

Escuchando el otro día Carne Cruda, un programa donde entrevistaban al cantante de Ilegales, pensé en hacer lo mismo.
Me resulta interesante como se llega a determinar la personalidad y conciencia de cada persona a través de la cultura que recibimos. Como nos formamos vaya...

Así que decidí realizar varios bloques. El primero sería lo que escuché desde mi nacimiento en 1980 hasta que adquirí consciencia comenzando a seleccionar, la adolescencia, de donde partirá la siguiente publicación, y si me veo motivado continuaré hasta la actualidad.

Lo primero que recuerdo de infancia fue terrible en su momento, tan sólo tenían casetes y se escuchaban vuelta y vuelta sucesivamente. Recién habíamos llegado a al pequeño pueblo murciano de Alguazas sobre el 85 y en casa estaba de moda en bucle Radio Futura, acababa de sacar un disco, y yo vivía con gente que venía de la movida madrileña que vendían en el rastro. Recuerdo odiar con todas mis fuerzas por la escucha repetitiva, obligada e insistente. Años después conseguí retomar con placer Radio Futura a través del proyecto en solitario de Santiago Auserón, Juan Perro. Imagino sería el segundo album de estudio, La ley del desierto / la ley del mar.


Si el primer recuerdo esta muy claro el resto es más bien difuso, me cuesta bastante este tipo de arqueología musical, como cuando miras los ingredientes y lees que puede contener trazas de...
En mi caso serían, trazas de salsa, jazz y ópera. Esto último, no tengo idea por qué, nunca le agarré interés, y llego a irritarme un poco. Crecí en un contexto de gente tan culta como fiestera supongo. La flauta mágica de Mozart estaba siempre presente.

SI bien la familia me ponía música, la cultura pop del momento: McGiver y el Equipo A me encantaban, y no teníamos televisión, no tengo idea cómo pasó, iría a casa del vecino.
Los videoclips locos con hombreras, purpurina y cardados eran lo más.
Genesis, Peter Gabriel y Michael Jackson son de los que mejor recuerdo tengo.



La música acompañada con unos minutos de imágenes estaba bien pero las películas eran un nivel superior, y si la mala, la villana, era la misma interprete también de la banda sonora, entonces es perfecto. Tina Turner y David Bowie encarnaron unos personajes geniales en Mad Max III y El Laberinto respectivamente de los que guardo muy buen recuerdo.

 


Algo que recuerdo bien de mi relación con la música es el baile, algo que mantengo actualmente, bailar de forma desenfrenada, ridícula, para llamar la atención, evadirme o desahogarme. Era verano y fuimos de vacaciones un mes a un camping cerca de playas nudistas de Zambujeira en Portugal. Los adultos se quedaban hasta tarde y hacían la vista gorda con los niños. Kaoma había sacado su gran éxito, la Lambada. Bailé con 9 años hasta las tantas con una mujer con mucha paciencia.



Hay mucho más pero me parece demasiado, así que lo guardo para otro momento.
Saludos y achuchones a todas.

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